After sun: qué es, para qué sirve y en qué se diferencia de la crema hidratante

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Verdades y mitos sobre el after sun: ¿para qué sirve exactamente y en qué nos ayuda?

Muchas personas dejan el after sun de lado cuando nos exponemos al sol, y nos encontramos solos ante el peligro. Pero, ¿realmente el after sun puede reparar los daños causados por los rayos UVA?

Por Guille Galindo  |  16 Abril 2019

No falla. Salen los primeros rayos de sol y la gente se lanza como loca a absorberlos, sin ningún tipo de reparo. Y claro, al día siguiente ya te has quemado por primera vez, y eso que no ha llegado el verano ni de lejos. Cuando por fin comienza la temporada de piscina, terraceo y playa, el desastre es aún mayor. Horas y horas expuesto al sol (cuando sus propiedades las cogemos en apenas cuarto de hora y a partir de ahí no es algo precisamente bueno), muchas veces sin darnos la protección solar suficiente si queremos cuidarnos la piel ante el sol como es debido.

Al final, pasa lo que pasa. Que llegas a las 9 de la noche a tu casa con la cara y el cuerpo rojos como un tomate, y sufriendo un dolor totalmente innecesario y que se podría evitar fácilmente. Menos mal que tenemos el after sun a mano... Porque lo tienes, ¿verdad? Si eres de los que cree que el daño ya está hecho (que es verdad) y que no queda otra que resignarse (que no lo es), ya puedes ir bajando a la tienda cuando termines de leer este artículo. Porque el after sun, a pesar de no ser tan eficaz como nos puedan vender, sí es un producto recomendable para combatir de alguna forma las quemaduras. Vamos a profundizar un poco más sobre este producto.

Esté bien o no, vas a tomar el sol igualmente. Pero al menos que sea con precaución, si no quieres quemarte.
Esté bien o no, vas a tomar el sol igualmente. Pero al menos que sea con precaución, si no quieres quemarte. Shutterstock

¿Qué hace especial al after sun?

Muchos consideran un absurdo hacerse con un after sun si ya tienen una crema hidratante en su casa. Si bien es cierto que una buena crema hidratante puede servirnos para mejorar la zona afectada, lo ideal es combinar ambas: dejar para después de la ducha el after sun, y la crema para hidratar como es debido la piel al final del día. En ambos casos, no escatimes en cantidad, y échate una buena capa.

El párrafo anterior no parece un alegato demasiado radical a favor del producto que tratamos, pero es que, en realidad, la base del after sun es muy similar a la de este tipo de cremas. La gran diferencia al respecto radica en la forma de refrescar la zona afectada. Cuando hacemos uso del after sun suele ser porque tenemos la piel quemada y a una temperatura muy elevada. La mayoría de ingredientes del after sun son volátiles, especialmente el alcohol etílico que incorporan, lo que produce una sensación fría al contactar con la piel caliente que nos puede calmar. Al bajar la temperatura del cuerpo te sentirás mucho mejor.

Además, al tener una gran cantidad de agua (no como las cremas, que son sobre todo aceite) la pesadez será menor al rociarte el producto, un punto a favor si tu piel es grasa. Más fresco y más ligero, tu cuerpo te agradecerá que intentes apañar el desastre que has cometido horas antes.

No te engañes: una quemadura así no la puede solucionar el after sun.
No te engañes: una quemadura así no la puede solucionar el after sun. Shutterstock

Es recomendable, pero no la solución a todos los problemas

Eso sí, todavía no hay estudios científicos concluyentes que aseguren que el after sun tiene propiedades antiinflamatorias ni que repare los daños de la radiación solar. Si los rayos UVA ya han penetrado la piel, poco se puede hacer ahí. Ni las vitaminas A, C o E que integran a menudo, ni las sustancias antioxidantes, pueden lograr ese objetivo de terminar eficazmente con el daño causado (salvo en el ADN celular). Es, evidentemente, mejor que nada, pero no esperes que el after sun te salve de la catástrofe en este sentido.

Otra cosa es si tiene aloe vera, uno de los pocos componentes con los que sí está comprobada su eficacia como antiinflamatorio. Por tanto, cuando bajes a por un after sun, búscalo con extracto de aloe vera sí o sí. Pero, sobre todo, evita poner a tu piel en una situación de riesgo, y protégela del sol en la medida de lo posible.

Te ayuda a vivir unos días más alejado de la triste realidad

La depresión postvacacional también es ver cómo tu piel se va descamando una vez dejas de estar sin camiseta a todas horas con el sol dándote en la cara. Ese lento y doloroso proceso de darte cuenta de que falta todo un año para volver a disfrutar de esa vida de fantasía puede prolongarse gracias al after sun, que evita la descamación, al menos de forma tan exagerada, y prolonga el bronceado, gracias a sus pigmentos. Es una solución temporal, pero todo vale con el fin de evadirse un poco más.

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