Depilación masculina: todo lo que necesitas saber sobre ella

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Todo lo que necesitas saber sobre la depilación masculina

La depilación ya es una costumbre arraigada entre los hombres, que cada vez tienen menos reparo en eliminar el pelo de más zonas de su cuerpo. Sin embargo, todavía hay mucha falta de información al respecto. Repasamos los tipos de depilación, qué caracteriza de los hombres españoles que se atreven a dar el paso, y la nueva moda que podría poner en peligro la metrosexualidad instaurada durante los últimos años.

Por Guille Galindo  |  02 Agosto 2018

Lo que parecía una moda se ha convertido en una realidad. Los hombres actuales han recogido el testigo de los griegos y romanos de la Antigüedad clásica, las primeras civilizaciones que apostaron por la depilación, y la tendencia iniciada este siglo es ya imparable hasta haberse convertido en algo intrínseco en la población joven. Un estudio de una marca de afeitadoras publicado hace unos años afirmaba que más del 80% de los españoles de entre 20 y 35 años se había depilado en alguna ocasión. En la actualidad, el porcentaje no ha aumentado, pero sí el número de cuidados de toda esa gente que ya había probado la depilación con anterioridad.

Depilarse ofrece ventajas, como un cuerpo socialmente más aceptado y una mayor comodidad, lo que ha llevado a la generación millennial a dejar atrás estereotipos del pasado y decidir quitarse el vello. La mayoría de ellos todavía lo hacen en casa, solos o ayudados por sus parejas, aunque el número de hombres que acuden a las clínicas especializadas cada vez es más elevado. De hecho, las cifras rondan el 30%, algo inimaginable hace apenas una década.

El patrón a la hora de analizar el perfil del hombre depilado sigue unos parámetros comunes. Aquellos que viven con su pareja son más propensos a hacer desaparecer el pelo de su cuerpo que los solteros. Más curioso es que sean los barbudos quienes opten por la depilación en mayor medida, y los que tienen menos vello facial son los que más lo conservan en otras partes.

¿Qué depilación escoger? El gran dilema de los hombres

La mayoría de los hombres, menos acostumbrados a la depilación que las mujeres y con un umbral del dolor más bajo por esta misma razón, no se atreven de primeras con los métodos más eficaces y utilizan especialmente la cuchilla para eliminar el pelo temporalmente de su piel. Si bien es cierto que es la forma más rápida y la que en líneas generales cuesta menos hacer, puede provocar molestias irritaciones, y el pelo crece en cuestión de días ya que se elimina únicamente la capa superficial.

La cuchilla sigue siendo la técnica preferida por los hombres, pero presenta varios inconvenientes.
La cuchilla sigue siendo la técnica preferida por los hombres, pero presenta varios inconvenientes. Shutterstock

Mismos inconvenientes presenta la crema depilatoria, solo que aquí el riesgo de dañar la piel es mayor, sobre todo si la dejas más tiempo del debido. Además, los peligros de emplear ambas técnicas en puntos más sensibles como la zona púbica son de sobra conocidos. Por eso, la opción más cómoda para eliminar el vello corporal en casa es la de la maquinilla eléctrica, que suele presentar distintas opciones para cualquiera de los lugares que más preocupan a los hombres (espalda, glúteos, pecho, genitales y piernas, según el estudio).

No obstante, cualquiera de estas tres técnicas de depilación cuentan con la desventaja de que, en menos de una semana, todo volverá a estar como antes. Por ese motivo, los hombres con más vello o con menos tiempo deciden actuar de raíz, y nunca mejor dicho, a través de la cera o el láser en centros especializados.

El paso previo al láser suele ser la cera, especialmente por el precio. Un tirón seco que arranca la raíz y nos deja un cuerpo sin pelo durante al menos tres semanas, que podrían llegar hasta cinco dependiendo de cada persona. El principal problema de la cera es que duele, y mucho, lo que echa para atrás a muchas personas. Salir de la clínica con las piernas como una paellera no es agradable.

La cera es la forma de depilación más odiada por los hombres.
La cera es la forma de depilación más odiada por los hombres. Shutterstock

La irritación de la piel y los poros obliga a tomar medidas, como hidratar la zona afectada con productos específicos (aunque el jabón común, no perfumado, también podría valer) y prevenir como sea el contacto con el sol, al menos los primeros días. Esto, sumado a la necesidad de refrescar la piel y de evitar sudar, nos podría aliviar esa tortuosa primera vez. Lo positivo de la cera es que, siguiendo una rutina de depilación, el daño disminuirá, y el pelo será cada vez más fino y manejable. Si lo dejas estar hasta el siguiente verano, prepárate para sufrir de nuevo.

Con el láser no hay vuelta atrás. Si se apuesta firmemente por él, el pelo desaparecerá casi por completo. Sin embargo, en el caso de los hombres, al tener el vello generalmente más grueso, conseguir erradicarlo de forma definitiva requerirá muchas sesiones y, en consecuencia, bastante dinero. Por si fuera poco, con el paso del tiempo podría volver a surgir, aunque en poca cantidad, en función de las hormonas y de la edad en la que se ha realizado el tratamiento. A pesar de ello, el interés de los hombres en eliminar el pelo en determinadas partes del cuerpo, como hombros o espalda, fomentan el uso del láser, más efectivo para decir adiós permanentemente a esos molestos compañeros.

El metrosexual está en peligro: llega el lumbersexual

Desde que David Beckham instaurara un nuevo modelo de belleza, la tendencia ha sido clara. El pelo se ha convertido en un enemigo que hay que erradicar. Sin embargo, el extremo al que se ha llegado ha provocado una reacción contraria con la llegada del lumbersexual, es decir, el hombre de pelo en pecho.

El aspecto rudo y despreocupado del lumbersexual está de moda.
El aspecto rudo y despreocupado del lumbersexual está de moda. Shutterstock

Lumber significa madera en inglés, y a eso hace referencia precisamente el término lumbersexual, a una idealización de los leñadores con barba poblada, camisa de cuadros y pelo por el torso. Sin embargo, ser lumber no significa dejarte ir, también requiere un cuidado especial, una barba perfecta y la apuesta por el trimming, es decir, el vello recortado. Y tú, ¿con qué tendencia te quedas?

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