Shutterstock
Regreso al pasado: Fila encabeza el resurgir de la moda 'streetwear' noventera
Cada época tiene su propia manera de vestir. Sin embargo, hay ocasiones en las que algunas prendas aparecen de nuevo, saltando del armario en el que un día las dejaste en el olvido a las pasarelas más distinguidas del mundo. El caso más reciente es el de Fila, pero no es el único.
| 14 Febrero 2019
La moda es cíclica, viene y va. Cualquier cosa que vistamos hoy volverá a estar de moda en un futuro, más tarde o más temprano. Eso sí, nunca de la misma manera exactamente. Si no, que se lo digan a las riñoneras, que han pasado de estar en el Olimpo de lo hortera a ser una prenda promocionada por grandes marcas.
Las décadas también vuelven. Modelos de zapatillas deportivas de Adidas que se hicieron famosos en los setenta, como Olympia o TRX, forman parte del vestuario de mucha gente hoy en día. Lo mismo ocurre con Asics, cuyos diseños están en muchas zapaterías y, al igual que la marca alemana, ya no se utilizan solo para hacer deporte, sino para vestir.
Playeras feas, lo más 'casual'
Otro modelo que ha resurgido recientemente es el del calzado 'ugly shoe'. Hablamos de las zapatillas deportivas con plataformas anchas y diseños un tanto particulares que triunfaron en la década de los noventa. Ahora han vuelto a estar de moda, sobre todo entre los jóvenes.
El hashtag #uglyshoe sobrepasa los 30.800 posts en Instagram, entre los cuales podemos ver diseños como los de Naked Wolfe, utilizados por algunas artistas como Berta Vázquez y Rosalía. Todo ello ha sido el caldo de cultivo perfecto para el retorno de una marca que pegó muy fuerte en la época de las Spice Girls, Oasis y los Backstreet Boys: Fila.
El retorno de Fila
La empresa fue fundada en Biella, ciudad ubicada en la región de Piamonte por los hermanos Fila, allá por 1911. Comenzó siendo un negocio pequeño que proporcionaba ropa y diversos tejidos a la gente del lugar, pero progresivamente fue creciendo hasta que, en 1972, había conseguido acumular un billón de las antiguas liras italianas en sus arcas.
En aquella época, Fila decidió utilizar el tenis para promocionar sus productos. Por ello firmó acuerdos con tenistas como Paolo Bertolucci y el gran Björn Borg, convirtiéndose este último en la verdadera cara de la compañía durante aquellos años.
Lo más visto
En la década de los 90, la marca fue muy popular entre los jóvenes que integraban el movimiento Paninaro: una subcultura originada en Milán y formada por los hijos de las familias acomodadas que se extendió por el norte de Italia. Aquellos chavales solían vestir la chaqueta Fila Settana y el polo que Björn Borg utilizaba durante sus partidos de tenis.
Tras este periodo de éxito, con el nuevo milenio llegaron las dificultades. En 2007, la sucursal norteamericana de Fila tuvo que ponerse en venta y fue adquirida por el magnate norcoreano Yoon-Soo Yoon por un valor de 400 millones de dólares. Más de una década después, la situación parece haber cambiado considerablemente.
Recientemente, la compañía ha aprovechado muy bien el boom de las sneakers y se ha colocado como una de las referencias en la industria de las moda 'casual'. En febrero de 2017, su cuota de mercado se situaba en 12,55 billones de euros y, en tan solo un mes, la cifra ascendió a casi 17 billones. Y no ha hecho más que crecer desde entonces.
La punta de lanza de Fila ha sido el modelo Disruptor II. Estas zapatillas salieron al mercado en 1996 y la compañía milanesa decidió relanzarlas en 2018, con pequeños retoques. Su éxito fue abrumador: se convirtió en el calzado que más popular en ciudades como Londres y Glasgow, según la revista Lyst, y fue una de las mayores ventas de Foot Locker, cuyo CEO Dick Johnson elogió muy positivamente.
De hecho, entre abril y junio de 2018, las ventas de Fila en Estados Unidos aumentaron un 21%. Este auge de las Disruptor II en ambos lados del Atlántico se debe, principalmente, a su precio. Mientras que el modelo de la marca milanesa cuesta 70 euros, otras similares como la Triple S de Balenciaga pueden superar los 700.
Artículos de lujo
Por otra parte, Balenciaga no es la única marca de lujo que ha reaccionado ante el resurgimiento de Fila. Fendi, también de origen italiano, firmó una colaboración con la empresa lombarda para diseñar conjuntamente algunas colecciones. De hecho, llegaron a fusionar ambos logos.
Lo más nuevo
Aprovechando este éxito, Fila ha decidido poner a la venta diseños de zapatillas que también fueron lanzadas en los noventa. Algunos de ellos son el modelo Fila Grunge de 1994, el V94M de ese mismo año o las zapatillas de baloncesto de 1996.
También han sacado camisetas, cazadoras, sudaderas y chándales que varían entre los diseños más retro y vintage, como algunas chaquetas muy parecidas a las vestidas por Bjorn Börg en los setenta, hasta los más actualizados.
'Nuevos' tiempos
No obstante, Fila es un ejemplo más del resurgimiento de la moda 'streetwear' noventera. El llamado 'neochandalerismo' está más presente que nunca, y ello se debe, principalmente, a que los referentes más jóvenes, como la mencionada Rosalía o músicos como Kidd Keo o Delacalle, visten con la ropa deportiva con la que siempre se han sentido más cómodos y que más les ha gustado.
El paradigma de esta forma de vestir lo representan artistas como el grupo español Afrojuice o el artista francés MHD: muchos de sus videoclips están repletos de chándales y camisetas de equipos de fútbol.
La escena underground europea no viste con camisetas anchas de los Chicago Bulls o de Los Ángeles Lakers. Llevan camisetas del PSG, chaquetas retro del Manchester United o zapatillas noventeras como las de Fila. Todo ello, en muchos casos, en combinación con la riñonera de rigor.
Se desconoce cómo vestirán las nuevas generaciones en un futuro. No hubo nadie que pudiera predecir el resurgimiento de Fila con modelos bastante parecidos a los estrenados 20 años atrás. Por ello, tal vez lo más aconsejable sea guardar algunas prendas para el futuro. Por si nos las queremos poner de nuevo, si es que nos valen, o si queremos venderlas como un artículo de coleccionista, nunca se sabe. Puede que las Jhayber sean el calzado de la juventud en 10 años. O puede que no.