¿Cómo vestir sin desentonar en unas fiestas de pueblo?

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¿Cómo vestir sin desentonar en unas fiestas de pueblo? (sobre todo si no es el tuyo)

El verano es la estación por excelencia de las fiestas de pueblo. Pero, ¿cómo vestir en ellas? Es un asunto complicado. Quieres ir guapo para cautivar a tu pueblo y a los de alrededor, pero también ir cómodo porque será una noche larga. Te dejamos los mejores trucos para no desentonar.

Por Ramón Fernández  |  07 Agosto 2019

En la mayoría de las casas, sobre todo las de aquellos que todavía tienen la enorme suerte de tener vacaciones de estudiantes, de toda la vida julio ha sido el mes de playa, y agosto el del pueblo. Tras un largo año esperando a que lleguen las ansiadas fiestas y verbenas del pueblo, ahora no es momento de perdérselas. Las fiestas de pueblo se suelen repartir durante todo el verano, desde finales de junio a principios de septiembre, pero el grueso de localidades organizan sus fiestas en el octavo mes del año, casi siempre alrededor del puente de la Asunción de la Virgen.

Comodidad y estilo, difícil de conseguir

En las fiestas de pueblo, de dormir es lo último de lo que te acuerdas, así que la comodidad durante esos días se antoja fundamental. Además, bebes tanto que no te da tiempo a tener resaca y finges que todo te da igual. Pero no es así, nunca es así. Porque a esas fiestas suele ir mucha gente, la mayoría de pueblos de alrededor, y tal vez sea la ocasión perfecta para ligar o para reencontrarte con esa persona con la que tienes un pasado veraniego. Por tanto, la imagen y el vestuario tienen bastante importancia. ¿Cómo combinar estilo y comodidad?

Una de las soluciones más habituales es comprar ropa para cada peña. Normalmente unas camisetas y/o sudaderas de un color llamativo que permiten conocer el nombre de la peña, y el de la persona que la lleva con orgullo. Es un elemento que significa estar en casa, significa pertenencia. Se combina con unos pantalones cómodos, en algunas ocasiones también iguales para todos, y a vivir las fiestas de una forma cómoda y reconocible.

El uniforme de las peñas, la forma de discriminar al forastero
El uniforme de las peñas, la forma de discriminar al forastero Shutterstock

Estilosa... ya un poco menos, eso sí. Además, las fiestas no son solo una noche, son varias. Y a no ser que seáis unas máquinas de lavar, secar y planchar la ropa, habrá días que no podréis vestir del mismo color. Algunos optarán por tirar por la calle de en medio y no lavar la ropa en todas las fiestas, pero lo más probable es que cuando se acerque el final el olor sea insoportable.

Qué llevar el resto del tiempo

Si no tienes disponible el uniforme de gala, bien porque lo estás lavando, cosa que todos agradecemos, o bien porque no eres del pueblo y no tienes acceso a tal honor, te damos los consejos básicos para no desentonar.

En primer lugar, zapatillas deportivas. No zapatos, no sandalias, y ni se te ocurra llevar chanclas. Siempre playeras. ¿Por qué? Pues porque necesitas comodidad y protección. Comodidad, por las largas horas que dura la verbena y las actividades posteriores; protección, porque tanto el frío como los cristales del suelo o los pisotones son amenazas constantes para tus pies.

¿Hemos dicho frío? Sí, lo hemos dicho. En la gran mayoría de pueblos de España, por la noche hace frío. Y a partir de mediados de agosto, hace mucho frío. Parece que la aglomeración de gente, el camión de la verbena y las copas que han tomado mitigan esta sensación, pero en cuanto sales de la plaza un par de metros, te das cuenta de que un zapato cerrado es absolutamente indispensable. E incluso plantéate llevar sudadera, aunque a ratos la lleves colgada al cuello.

Raro es el pueblo en el que puedes estar en manga corta por la noche
Raro es el pueblo en el que puedes estar en manga corta por la noche Shutterstock

Entre pantalón largo o bermuda, podemos tener más libertad. Depende de la resistencia de cada uno. El pantalón corto es más cómodo, y además no es una decisión imposible de variar. Es decir, si a las cuatro de la mañana cambias de opinión, tu casa no suele quedar lejos de la verbena para cambiarte.

Y, por supuesto, una de las prendas imprescindibles a la hora de vivir unas fiestas de pueblo es el pañuelo. No siempre combina excesivamente bien con el resto de la ropa de la peña, pero no se puede estar en la fiesta sin él. Los más famosos son los pañuelos rojos tipo Sanfermines, pero hay de toda clase. Normalmente incluyen un distintivo de la peña, del pueblo, y aunque en origen estuviera hecho de tela, la mayoría actualmente son de una especie de plástico que se hace casi imposible atar. Puede acabar en la muñeca, en el tobillo, en la cabeza. Pero seguro que el domingo despertarás con él.

El pañuelo, tu compañero inseparable en unas fiestas de pueblo
El pañuelo, tu compañero inseparable en unas fiestas de pueblo Shutterstock

Mancharse es lo mínimo

Si eres nuevo en un pueblo, en el mejor de los casos acabarás en el pilón, y aunque no lo seas, lo normal en estas fiestas es terminar con más de una mancha sobre tu cuidadosamente elegido outfit. Por lo que es más que aconsejable utilizar ropa que se encuentre cerca de acabar su vida útil. Durante el año hay mil momentos para estrenar tus últimas compras, pero las fiestas de pueblo no. El lanzamiento de bebidas alcohólicas varias es algo habitual, y si prima la cerveza, puede que tengas suerte; pero si es vino el líquido derramado, lo más probable es que la prenda sobre la que caiga quede totalmente inservible.

Por el mismo motivo, los colores oscuros son más agradecidos. En la ropa, es importante; en las zapatillas, fundamental. Unas zapatillas blancas pueden quedar en un estado deplorable, y a la mañana siguiente limpiarlas es un auténtico engorro. En cambio, si son negras, igual un par de días aguantan sin que nadie lo note. Aunque tus pies estén más pegados al suelo y suenen más de lo normal.

Puede que en una fiesta normal acabes más manchado que en la Tomatina, no te confíes
Puede que en una fiesta normal acabes más manchado que en la Tomatina, no te confíes Shutterstock


Hay algunas fiestas, sobre todo cuando hablamos de localidades un poco más grandes, que duran toda la semana. En estos casos, no te preocupes, no vas a necesitar encontrar siete outfit distintos. Lo más probable es que de siete días, haya uno en el cual se celebren los torneos deportivos, excusa más que suficiente para llevar la ropa de jugar, o en su defecto el chándal. Otro, seguramente sea una fiesta de disfraces, en la que harás el ridículo, pero no más que los demás. Además, el domingo suele ser el día en el que se producen los actos solemnes: la misa, tal vez la procesión. Ese día, que significa el fin de fiesta, si te ves obligado a estar despierto para tales menesteres, recomendamos una camisa, y principalmente, gafas de sol. Para que tu abuela, o las abuelas de tus amigos, no puedan constatar el grado de resaca en el que te encuentras.

Y habrás cumplido con creces con una maratón de fiestas, actividades, torneos de cartas, pero también de fútbol, bingo y sobre todo, comer y beber sin conocimiento alguno. Por eso, cuantas menos preocupaciones tengas y más tranquilo puedas estar, mejor.

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