Los perfumes de feromonas, ¿realmente funcionan?

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El enigma de los perfumes de feromonas: ¿realmente sirven para atraer a la gente?

Los famosos perfumes con feromonas se popularizaron por asegurar el efecto con el que Axe siempre soñó: atraer a la gente y poder ligar con su esencia. Pero, ¿de verdad tienen ese poder los perfumes de feromonas, o es un burdo engaño?

Por Juan Pérez  |  15 Abril 2021

Ligar, la palabra que a todo el mundo o le atormenta o le fascina. Más todavía en esta nueva normalidad que pone aún más difícil la cosa, si no lo era ya antes. A todos nos apasiona el jujaneo, el mamoneo o, en resumen, gustar, cuando hablamos con una chica o con un chico. Despertar ese interés en el resto o pasar completamente desapercibidos es lo que hará que una noche sea inolvidable o deprimente.

Más allá de la materia prima, es decir, si eres guapo o no, lo cierto es que hay múltiples factores que ayudan, al menos, a encarar la velada con más confianza: la ropa adecuada o el peinado actual son clásicos, pero, ¿y si te dijéramos que un perfume podría ser suficiente para conquistar más plazas que los tercios españoles? Bajo esa premisa se lanzaron los perfumes de feromonas.

Las feromonas son unas sustancias químicas que llevamos dentro de nuestro cuerpo, y que el organismo las libera hacia los demás, provocando una serie de reacciones que influyen en el comportamiento de otras personas. Es una materia natural segregada por el sudor y que los demás lo perciben sin quererlo y sin oler ningún tipo de aroma diferente.

Lo interesante de las feromonas es que influyen en la forma que tiene el resto de vernos, pudiendo parecer más atractivos por esta sustancia que desprende. Y claro, eso es un filón que la humanidad ha tratado de aprovechar desde los inicios de la misma. Ya en en culturas como la babilónica, la egipcia o la griega, que elaboraban perfumes con feromonas de animales como el almizcle y el ámbar gris atribuyéndoles sustancias afrodisiacas.

No os creáis revolucionarios: los babilonios ya intentaban ligar con perfumes de feromonas.
No os creáis revolucionarios: los babilonios ya intentaban ligar con perfumes de feromonas. Freepik

Desde entonces, e incluso hoy en día, se tiene la certeza general del éxito de estas fragancias, aunque nadie que conozcamos las haya probado realmente. Bien es cierto que en los 80 se realizaron estudios que avalaban su éxito en el deseo sexual. Uno de estos análisis, elaborado por el doctor Winnifred B. Cutler, de la Universidad de Pensilvania, concluyó que los productos químicos que los hombres sueltan de su cuerpo, ya sea sudor, hormonas o el olor característico de cada uno, hacía a las mujeres heterosexuales más receptivas y fértiles. Cuando se dio cuenta de esto, embotelló en un perfume una serie de feromonas y las puso a la venta llamándolo 'Athena Pheromone 10X' (para hombres), y 'Athena Pheromone 10:13' (para mujeres). Todavía hoy están a la venta, por si alguno quiere probar.

Si pensáis que vuestros problemas a la hora de ligar acaban de terminar, lamentamos bajaros de la nube. Con el paso de los años, la fiabilidad científica de este producto no ha hecho más que disminuir, a pesar de que la idea original prevalezca en el imaginario colectivo. Lo sentimos, pero los perfumes de feromonas no funcionan, o al menos no como nos prometieron.

Las últimas investigaciones apuntan a que los perfumes de feromonas no tienen mayor porcentaje de éxito a la hora de ligar que cualquier otra fragancia, e incluso han ampliado las dudas sobre el inmenso poder sexual que se ha otorgado siempre a esta sustancia de nuestro cuerpo. Para comprobarlo, se pidió a una serie de personas heterosexuales que puntuaran el atractivo de cada uno de los participantes del sexo opuesto, rociándose algunos de ellos con dos tipos de esteroides. Las mujeres olieron la feromona masculina llamada androstenediona y los hombres olieron la feromona femenina estratetraenol, que por cierto se encuentra en gran medida en la orina femenina.

Se pensaba que esto lograría que aquellos que se habían echado la fragancia de feromonas resultasen más atractivos, pero la verdad es que no pasó nada de eso. Los investigadores no notaron ningún efecto de las feromonas en el comportamiento de los voluntarios y concluyeron que las feromonas no despiertan esa reacción de la que siempre se había hablado. Ya puedes rociarte el frasco entero de perfume repleto de feromonas, que no te va a garantizar triunfar el sábado por la noche.

Ahora te has dado cuenta que no puedes contar con ayudas externas para ligar y atraer a otras personas, vas a tener que seguir con las herramientas de toda la vida y asumir que no hay recetas mágicas. Cuidar tu aspecto, tu forma física y sobre todo ser simpático continúan siendo las claves que te harán triunfar esa noche. Claro que los perfumes ayudan, pero son solo un complemento más. A la espera de una fórmula que nos facilite todo mucho, toca currárselo como siempre.

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