¿Por qué los entrenadores de fútbol ya no llevan chándal?

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¿Chándal o traje? El eterno debate de los entrenadores de fútbol

Hay entrenadores muy elegantes a la hora de vestir, pero también los hay amantes del chándal. Ambos forman la dualidad estilística del 'mister'. ¿Cuál de los dos transmite más profesionalidad? ¿Conecta mejor el chándal con los jugadores? ¿La formalidad es buena para la imagen de un deporte en general? Te respondemos a todas estas preguntas en el siguiente artículo.

Por Víctor Manuel Gil  |  12 Marzo 2019

"¿Cómo cubro a la estrella rival? ¿Presiono arriba o repliego al equipo atrás? ¿Cómo puedo hacer daño al contrincante? ¿Cómo me puede hacer daño él a mí?" Son preguntas que cualquier entrenador, sea de la categoría que sea, se hace en cada previa de los partidos. Desde hace unos años, hay que añadir otra más, aunque esta de fútbol tiene poco: "¿Chándal o traje?" La lucha entre elegancia y comodidad también se libra en los banquillos. Puede parecer un problema sin sentido ni relevancia, pero lo cierto es que el míster se juega su reputación, su apoyo por parte de la afición y su imagen pública con la elección de la vestimenta adecuada. Antes era totalmente intrascendente llevar ropa deportiva o elegante, pero hoy, la decisión repercute más allá de los terrenos de juego.

Un dilema que nunca se irá

Existen competiciones como la ACB o la Euroliga en las que existe una disciplina estética para con los entrenadores. Se les exige, por normativa, que acudan vestidos elegantemente a los partidos que dirigen. Por el contrario, en otras disciplinas todavía no se han regulado las normas para aplicar un código de estética que se deba cumplir, como es el caso del deporte rey. Y eso que, en cada jornada de La Liga, antes de que el partido dé comienzo, los entrenadores protagonizan sin darse cuenta una batalla estilística, que en los últimos años, todo hay que decirlo, está ganando el que va en traje.

Pablo Laso, ejemplo del look clásico de los entrenadores de baloncesto.
Pablo Laso, ejemplo del look clásico de los entrenadores de baloncesto. Shutterstock

Y es que no se trata de ser el más guapo. Los entrenadores representan al club o selección en el campo, por lo que deben presentar una imagen moderna que entre por los ojos. Si un entrenador no entra por los ojos, sea por la cuestión que sea, tendrá menos opciones de éxito. Por ejemplo, cuando Maradona dirigía la selección argentina de fútbol, los seguidores albicelestes crearon una plataforma digital de recolecta de firmas llamada 'UnTrajeParaDiego.com' para que el 'Pelusa' accediera a vestir traje durante el mundial. El astro argentino finalmente se puso traje para dirigir a la selección en el mundial de Sudáfrica y su equipo fue eliminado a las primeras de cambio. Porque, eso sí, el hábito no hace al monje.

Vestir de forma elegante tampoco te libra de la humillación. Recordemos con cariño esas escenas inmortales de Camacho recorriendo la banda, brazos en alto y con unas notables manchas de sudor en las axilas. Nadie en España se olvida de esos momentos, Camacho iba en traje pero transmitía de todo menos seriedad. A mí dame entrenadores feos o que vistan mal, pero que ganen.

Camacho en su etapa de seleccionador español
Camacho en su etapa de seleccionador español GTRES

También los hay que llevan la formalidad al extremo y se enfadan en demasía si alguien no se presenta adecuadamente vestido. El caso más sonado de los últimos años fue el vivido entre los entrenadores del Barça Lassa y del Jumilla tras un emocionante partido de la liga de fútbol sala. Juan Francisco Gea, mister del equipo murciano, atacó verbalmente sin cuartel a Marc Carmona por vestir chándal en su visita a Jumilla. Solo por no seguir el protocolo que marca la liga, Gea lanzó perlas como esta: "Hay cuatro o cinco entrenadores en Primera División más dignos que tú para ocupar ese banquillo, por categoría y conocimiento. Hay que ser más humilde, más generoso y tener más respeto por la gente que trabaja". Simplemente su rival se puso una chaqueta de chándal para combatir el frío, puede ser una falta de respeto, pero tampoco es para ponerse así ¿no?

Estudio comunicativo revelador

En 2014, la Universidad de Portsmouth publicó un estudio en el que se daba cuenta de la importancia de la imagen de los deportistas en general y de los entrenadores de fútbol en particular. La investigación apareció en la Revista Internacional de Psicología del Deporte, teniendo así gran repercusión. La extracción de datos se consiguió tras analizar las sensaciones generadas por fotografías de diferentes entrenadores vestidos de diferentes maneras. Los sujetos de estudio fueron un total de 97 personas distintas. Los resultados fueron reveladores.

Vicente del Bosque en el banquillo de la Selección Española durante la Eurocopa de 2012.
Vicente del Bosque en el banquillo de la Selección Española durante la Eurocopa de 2012. Shutterstock

El entrenador atlético y con afición por los trajes es considerado un buen estratega, mientras que la figura del entrenador delgado y chandalero transmite más técnica deportiva. Los entrenadores mas grandes, con un físico menos cuidado, que visten chándal son valorados como buenos maestros tácticos., con una mayor compenetración con sus jugadores. Sin embargo, aquellos que son talla grande y visten traje son los peor valorados por el estudio. Pero claro, fíate tú de esto. Vicente del Bosque no es que estuviera fino precisamente en 2010, fue con traje y ganó el Mundial.

Trajes, entrenadores y tiempos modernos

Hoy en día los entrenadores de fútbol son referentes de estilo masculino. Real como la vida misma que cuando la estrella futbolística de turno cambia su peinado, al poco tiempo las calles se llenan de jóvenes con ese corte. De la misma forma sucede con los entrenadores importantes y los hombres maduros que son futboleros. Los actores de Hollywood ya no marcan la tendencia en exclusiva, tampoco los hombres de televisión o las pasarelas de moda. Nada como un entrenador de fútbol bien vestido para inspirar el look de un varón de mediana edad.

El debate también se centra en términos puramente burocráticos o de igualdad. Es decir, hay gente que opina que si el entrenador es el que manda debe distinguirse de los demás mediante símbolos como el traje. Pero por otra parte, también hay personas que piensan que el míster debe asemejarse a los jugadores utilizando la misma ropa que ellos. Los tiempos de democracia también llegan a los vestuarios.

Si alguien demostró que no importa chandal o traje para ser el mejor fue Luis Aragonés.
Si alguien demostró que no importa chandal o traje para ser el mejor fue Luis Aragonés. Shutterstock

No obstante, aquellos tiempos de barro y chándal parecen estar llegando a su fin. El traje se ha impuesto a medida que la moda masculina es cada vez más importante. Tras años de dudas, parece afianzado el hecho de que la ropa cómoda es para jugar y el traje para representar a los tuyos. Si no te convence, puedes hacer como Thierry Henry, que acudió a su presentación como entrenador del Mónaco con americana y pantalón de chándal. Eso sí, duró muy poco en el cargo. Te pongas lo que te pongas, en el fútbol lo importante es ganar.

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